viernes, 18 de septiembre de 2009

Jacko, te echo de menos



Siempre he admirado a Michael Jackson. Siempre he sentido un respeto pleno por él y por su arte. Pero he de reconocer que, desde su trágico fallecimiento, desde que ese día tuve pesadillas y no descansé, desde que fui recolectando todos los periódicos del día, poniendo todos los telediarios que me dijeran que era un mal sueño, me di cuenta de que mi admiración se había convertido e algo más.

Era.. perdón, ES el Rey del Pop y estaba ahí, a punto de acutar en el O2 y demostrar lo grande que era. Yo era de los frikis que le defendía a muerte en todos sus polémicos casos, discutiendo por su persona y sus derechos de errar y de acertar.

Como todos estos meses he podido averiguar, Michael era un ser humano puro que amaba como nadie. Su relación con sus fans ha sido la más estrecha jamás vista por mi y la más impresionante. Y esto se mezclaba con su filosofía, digna de seguir.

Era impresionante ver cómo defendía que él se acostaba con niños por estar con ellos, por amar, por contagiarse de su pureza e inocencia. Entonces, cuando me venia a la abeza lo tiupico de "Oh Cielos está loco", pensaba... ¿No es eso lo que Jesús decía? "Dejad que los niños se acerquen", "Solo el que posea espiritu de niño podrá entrar en el paraíso", "ama al prójimo como a tí mismo" Michael solo estaba actuando como un SER AMADOR, y nosotros lo juzgabamos porque estamos pervertidos con el mal... pues bueno, él no lo estaba; era un predicador del Amor y de la Humanidad. Por ello, como a Jesús, se le crucificó hasta su muerte. Disculpad que lo compare con Jesucristo, pero veo similitudes.


Michael ha sido un poeta de nuestro siglo, de los dos siglos. Un poeta MUY grande que es capaz de hacerte llorar una y otra vez con la misma canción y sus grandes letras. Él usó su vida en predicar el amor, y jamás se arrepintió de la forma en la que llevaba su vida porque el resto era quien estaba equivocado; normalmente decimos "Si todos lo piensan será por algo, ¿no?" Pues no, señores. Pues no. El siguió actuando con amor y por amor como él creía que era la forma más pura y más real a pesar de que todo el mundo le criticara por ello.

In Our Darkest Hour
In My Deepest Despair
Will You Still Care?
Will You Be There?
In My Trials
And My Tribulations
Through Our Doubts
And Frustrations
In My Violence
In My Turbulence
Through My Fear
And My Confessions
In My Anguish And My Pain
Through My Joy And My Sorrow
In The Promise Of Another Tomorrow
I'll Never Let You Part
For You're Always In My Heart.



No sé como expresar cómo admiro a este hombre. Llegaría a decir que ha creado un nuevo yo. Una amiga mía dijo acerca de su muerte: "justo tuvo que irse uno de los pocos seres humanos que, realmente, actuaba como un ser humano". Qué razón tienes, Cris; qué razón...


¿Estarás con nosotros en la promesa de un mañana diferente? NUNCA te dejaré ir, porque siempre estarás en mi corazón. Grande Michael.

No hay comentarios: