viernes, 18 de abril de 2008

Por amor.




El joven Hemón, después de mirar a su padre con ojos salvajes y de escupirle a la cara sin contestar nada,saca la espada de doble filo y falla en la acometida contra su padre, que le esquiva; entonces en infortunado, irritado consigo mismo, con su propio impulso se clava la punta de la espada en el pecho y, aún con vida, se abraza a la muchacha [Antígona] atrayéndola hacie su ensangrentado regazo y expira vomitando sobre su pálida mejilla un delgado chorro de líquido rojo.

Yace un cadáver en torno a otro cadáver, gozando por fin de la ceremonia nupcial en la mansión de Hades y proclamando entre lo hombres cuán pésimo mal es para el ser humano la irreflexión.


Antígona (fragmento), Sófocles.



Este es un trozo de Antígona que me ha gustado mucho al leerlo. Se trata de un final trágico y dramático dedicado al amor, de esos que tantísimo me gustan.

Espero que lo disfruteis.





Día tonto de reflexión.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encantan todas esas obras, son realmente buenas, yo me he quedado con las ganas de verlas representadas y sinceramente, me encantaría ver alguna. :)

En fin, que te sirvan para no cometer errores, no para entristecerte.

Te quiero. :)